El estrés del regreso a clases: qué es y cómo vencerlo

El retorno a clases no es necesariamente feliz para la gran mayoría de los profesores. No sólo en México, sino en todo el mundo, se reporta que los docentes viven el inicio de un nuevo ciclo escolar en medio del estrés y la ansiedad.

 

 

¿Qué son el estrés y la ansiedad?

 

Es muy usual decir que estamos estresados o que nos sentimos ansiosos, pero, ¿sabemos qué son el estrés y la ansiedad? El IMSS (2011) define el estrés como:

 

Un proceso en el cual las demandas del medio ambiente exceden la capacidad de adaptación del individuo, provocando cambios psicológicos y biológicos que aumentan el riesgo de enfermar.^[1]

 

Por su parte, la ansiedad es descrita por la Universidad de Barcelona (s. f.) en estos términos:

 

La ansiedad es una reacción normal y saludable que se activa ante una amenaza o un peligro. La ansiedad se convierte en trastorno de ansiedad cuando esta reacción se activa en situaciones habitualmente no amenazantes o peligrosas de manera persistente, hasta el punto que interfiere de manera importante en la vida diaria.^[2]

 

Estas descripciones nos ayudan a comprender con más precisión la manera en que el estrés y la ansiedad afectan a las personas y, en particular, a los profesores que están por iniciar un nuevo ciclo escolar.

 

 

¿A qué se deben el estrés y la ansiedad de los profesores?

 

Un artículo reciente destaca que el 60% de los docentes tienen como enemigos silenciosos el estrés y la ansiedad.

 

Ser maestro actualmente ya no significa sólo la tarea de enseñar. En un ambiente donde el encierro por la pandemia dejó secuelas de ansiedad y depresión en más del 50 por ciento de niños y adolescentes y donde las nuevas tecnologías y los conflictos económicos, sociales y familiares presentan una realidad diferente a la de hace décadas, los profesores se han convertido en una especie de psicólogos.^[3]

 

Fuentes españolas y norteamericanas citan diferentes estresores a los cuales los profesores se enfrentan más allá de las consecuencias de la pandemia que cita la publicación referida.

 

Una docente española describe las faltas de respeto que recibe de los alumnos y padres de familia en un artículo titulado: La ansiedad del maestro cuando quedan días para comenzar el curso escolar:

 

La imagen idílica del profesor dando clase a unos alumnos motivados, atentos, que levantan la mano y responden de forma correcta ha quedado relegada a algunos reductos y «aldeas galas como la de Astérix», permítanme la ironía. Hoy en día, sobre todo en secundaria, los insultos, faltas de respeto, malas contestaciones, amenazas y hasta golpes a mesas, sillas y mobiliario, están a la orden del día. ¿Lo más triste? Muchos de esos improperios salen de la boca de las familias.^[4]

 

Y si bien es cierto que la pandemia dejó una estela de consecuencias negativas para la salud mental de los alumnos y con ello, también de los profesores, la verdad es que volver a la escuela después de las vacaciones siempre ha estado colmado de factores estresantes para los maestros, como lo podemos constatar en un artículo publicado en Estados Unidos en 2016, mucho antes de la pandemia, que se titula: Qué hacer si no quieres volver a la escuela. El artículo describe un estado de ansiedad previo al retorno a clases pero, por fortuna, también nos ofrece 6 consejos para hacer frente a estas emociones, a continuación les ofrecemos un resumen de estos consejos:

 

1. Nombra los sentimientos: En primer lugar, identifica la fuente de estos sentimientos, por ejemplo, si estamos tristes porque se acabó nuestro tiempo libre o estamos frustrados por el trabajo. Identificar nuestros sentimientos nos empodera para tomar decisiones claras.
2. Reconoce la pérdida: El artículo nos sugiere identificar que el final de las vacaciones es una pérdida: una pérdida del tiempo que tenemos para conectarnos con otras personas y explorar intereses y pasiones fuera del aula, así como una pérdida de tiempo para descansar. El año escolar es un torbellino de actividades que no te deja tiempo para otras actividades.
3. Conéctate con otros: La transición del regreso a clases puede ser más sencilla si te conectas con otros, ya sean colegas o estudiantes. Somos seres sociales y las recompensas de la conexión social nos ayuda emocional y neurológicamente para las transiciones difíciles. Conversa con otros docentes sobre su trabajo en común.
4. Haz planes para vacaciones: Sí, es verdad que el año escolar está comenzando, pero haz planes para una excursión de un día o un fin de semana libre. Esto aliviará este accidentado regreso a la escuela. No es necesario que sean unas largas vacaciones; puede ser sólo un plan para un sábado en el que pasarás el día junto a un lago con tu familia y amigos o simplemente reserva tiempo para ti.
5. Identifica lo que te gusta de la enseñanza: Piensa en lo que disfrutas de ser maestro. Date permiso para sumergirte en los recuerdos satisfactorios de las experiencias que te han hecho feliz al enseñar. Recuerda esos incidentes realmente significativos en los que enseñar a tus alumnos te dio felicidad. Piensa en tantos detalles como puedas. ¡Y compártelos con amigos y familiares!
6. Aborda la ansiedad: Si todavía te sientes ansioso al volver a clases o te falta motivación, explora esa ansiedad, ya sea solo o con un amigo de confianza o un colega. Identifica algunos de los orígenes de esa ansiedad. Esto puede ayudarte a ponerla en perspectiva. Emprende un paseo por las cosas que te preocupan. Por lo general, no es tan malo como pensamos que será y, al dar ese paseo, comenzamos a identificar soluciones. Recordamos que somos ingeniosos, que hemos superado desafíos en el pasado y que la mayoría de las veces, las cosas salen bien.

 

Esperamos que estos consejos te sean de utilidad y de punto de partida para lograr que tu regreso a clases sea más feliz y puedas concentrarte en las cosas que amas de ser un docente.