Los principios del autodidactismo
El autodidactismo es el proceso de aprender de manera independiente, sin la intervención directa de un maestro, tutor, una institución educativa formal o una metodología prescrita. Las personas autodidactas buscan aprender de manera activa y desarrollar las habilidades de su interés, por su cuenta, en un momento dado, para alcanzar ciertos objetivos, utilizando todos los recursos disponibles, como pueden ser los libros y revistas, cursos y recursos gratuitos o de paga, en línea, y la experiencia práctica, por supuesto, manipulando herramientas, experimentando o estudiando teorías y conceptos más allá de lo manipulable. Este enfoque pone el control del aprendizaje en manos del individuo, permitiéndole seguir sus propios intereses y ritmos. Es decir, como anota Barrón López y colegas, “El autodidactismo es la forma en que un individuo es capaz de forjar su propia educación, o bien, es el arte de aprender por sí mismo.” (2010: 14).
Una de las pocas cosas que considero inevitables y por tanto irrenunciables en el ser humano es su capacidad de aprender. El deseo de aprender puede menguar (pasividad, depresión, abulia, spleen), el entorno puede ser extremadamente limitante (prisión, aislamiento, enfermedad); pero semejante a la función del cuerpo por respirar, aprender es una condición intrínseca a nuestra naturaleza y, en consecuencia, a nuestra cultura. (En este mismo momento, quien me lea, está aprendiendo algo; no digo que necesariamente lo haga por mis palabras explícitas, sino por aquello que estas le pueden evocar o provocar a su imaginación. Claro, el olvido es una fuerza compensatoria, pero este es otro asunto.)
Del griego “autos”, por sí mismo; y “didacktos”, instruido, por autodidacta se entiende a aquella persona que se “enseña a sí misma”, que es sujeto y objeto que concurren en tiempo y espacio dándose el fenómeno del aprendizaje. Dicho en otras palabras, lo son quienes aprenden por su cuenta.
Aprender es irrenunciable y “autoenseñarse” o aprender por uno mismo, con uno mismo, es una forma de conocer el mundo y a las personas que lo conforman. Pero, el autodidactismo como forma absoluta de aprendizaje se enfrenta irremediablemente a los sistemas educativos institucionales, llámese escuela pública o privada (finalmente parte del sistema), educación o mentoría en casa con familiares entusiastas o tutores capacitados en diversas metodologías y técnicas de enseñanza, así como en disciplinas específicas como lenguas, matemáticas, ciencias experimentales o humanas. Por ello, actualmente, el individuo autodidacta, salvo excepciones, es un autodidacta híbrido.
El autodidactismo según el nivel de independencia
Existen distintos tipos de autodidactas por su grado de cercanía con los sistemas educativos o metodologías, los cuales podemos clasificar así:
- Autodidacta puro
- Autodidacta híbrido
- Autodidacta orgánico
El primero es aquella persona autodidacta que lo es de manera absoluta o pura. Esta situación es infrecuente, dado que las personas nacemos en entornos estamentarios de tipo familiar, social, legal o religioso que buscan “formar” a las personas. Aún sujetos ficticios como Mowgli del Libro de la selva de Kipling aprenden de los otros. Por supuesto, está de más decir que no forma parte de ningún sistema educativo ni responde a metodología alguna.
El autodidacta híbrido es el que ejerce su propio aprendizaje a través de asesores o tutores personalizados, entre otros recursos, aunque a su ritmo, preferencias y fuera del sistema educativo o metodologías. Situaciones ejemplares son aquellas que toman cursos específicos para reparar muebles o aprender código en plataformas especializadas como Udemy o Domestika, o bien de manera abierta en YouTube.
Finalmente, el tipo de autodidacta orgánico es aquel que aprende más rápido o mejor por las dosis de curiosidad y tiempo extra dedicado al estudio, no obstante que participa de un sistema educativo o metodologías definidas. Más allá de una carrera universitaria, cursar una maestría, un doctorado, un diplomado reconocido por una institución son ejemplos de ser partícipe de un sistema, no obstante, el componente autodidacta está en todo aquello que hace al aprendizaje una experiencia personalizada y más profunda. Por ejemplo, tomar un curso de manualidades de tres horas para mejorar las habilidades personales ante un posgrado con especialidad de enseñanza en preescolar.
Otros tipos de autodidactismo
Como vemos, cualquiera de los niveles de compromiso autodidacta redundan en un mejor aprendizaje, ya que su componente esencial es la libre voluntad de hacerlo en el tiempo que se requiere. Ahora bien, una faceta relevante de este tipo de aprendizaje personal es que se manifiesta fuera de la escuela y representa más una necesidad de cada persona en familia o en sociedad, me refiero al caso de las mujeres –aunque no exclusivamente–, que aprenden a cocinar en algún momento de su vida con apenas una guía de otras mujeres, como la mamá, la hermana o incluso la suegra. Ahora existen programas de cocina, tutoriales y una literatura práctica para aprender a cocinar de manera personal, sin necesidad de ir a una escuela de gastronomía.
Una manifestación contemporánea de la actitud autodidacta es el llamado Do It Yourself, DIY por sus siglas en inglés, que no es otra cosa que el “hágalo usted mismo” pero con una actitud de rebeldía, aunque cada vez más asimilado al movimiento maker y a los sistemas escolares. Los jóvenes de los años setenta comenzaron a elaborar su ropa, tomando la altura de la moda, con los restos de ropa vieja, rota, de segunda mano, etc. Y una vertiente de la misma actitud ya en los dosmiles es la iniciativa DIY dirigida a niños y adolescentes para reforzar sus habilidades e incentivar su curiosidad en el ámbito de las manualidades, reparaciones y creaciones con materiales reciclados, por ejemplo.
La era de la información fue el escenario perfecto para el autodidactismo. No podemos soslayar que el sistema operativo de Microsoft nació en un garage escrito por dos adolescentes, Bill Gates y su amigo Paul Allen, que experimentaban y escribían código aprendiendo por sí mismos, mediante ensayo y error, hasta que surgió de sus trabajos el primer sistema operativo de la empresa. En el lado opuesto de la balanza, ahora mismo, millones de programadores en todo el mundo –muchos de ellos formados en las características del ser autodidacta– están creando novedades como parte de una comunidad con valores que expresan en sociedades como la Free Software Foundation a favor del software libre y el derecho a usarlo y modificarlo por cualquiera.
Con el surgimiento de la Web 2.0, a principios de los años dos mil, se dio otra gran manifestación del autodidactismo. Toda una nueva cultura apareció con el advenimiento de una forma de internet que convirtió al usuario en creador de contenidos. Ejemplo de ello son las redes sociales y las plataformas como Google Workspace que permiten el trabajo colaborativo. Tanto en las redes sociales como en la ofimática, los usuarios aprenden por su cuenta a crear contenidos digitales en los más diversos formatos, útiles para la industria y la educación.
Algunas de sus características
- La curiosidad es una condición sine qua non, es decir, sin la cual no podría existir el autodidactismo. Consiste en un deseo constante de aprender y explorar nuevas posibilidades para hacerlo.
- La disciplina es la capacidad de establecer y seguir un sistema de estudio personal con objetivos claros.
- El autocontrol es la habilidad de concentración y mantener el enfoque en el aprendizaje.
- La reflexión permite evaluar y pensar sobre el propio progreso y los métodos de aprendizaje.
- Los recursos suelen ser diversificados, es decir, se cuenta con una variedad de fuentes y materiales para obtener conocimiento.
Implicaciones del autodidactismo
El autodidactismo tiene profundas implicaciones en la vida del aprendiz. Desarrolla un alto grado de independencia y autogestión, ya que la motivación proviene del interés personal y la pasión por aprender, en lugar de depender de calificaciones o recompensas externas. Además, permite al aprendiz adaptarse rápidamente a nuevos conocimientos y habilidades en un mundo en constante cambio. Fomenta la capacidad de analizar, evaluar y sintetizar información de manera crítica y fortalece la resiliencia al enfrentarse a desafíos y obstáculos sin la ayuda directa de un guía, lo que permite mejorar la capacidad de superar dificultades.
¿Quieres convertirte en un autodidacta?
- Establece objetivos claros: Define lo que deseas aprender y establece metas específicas y alcanzables en el tiempo.
- Crea un plan de estudio: Organiza tu tiempo, el espacio y recursos a tu alcance.
- Utiliza recursos en línea: Aprovecha plataformas como Coursera, edX, Khan Academy, Udemy, Domestika, YouTube, Red Magisterial, entre otros recursos digitales.
- Lee de manera dedicada: Explora libros, ebooks, artículos, ensayos sobre el tema de tu interés.
- Participa en comunidades: Únete a foros, grupos de discusión y redes sociales donde puedas compartir ideas, consultar dudas y obtener retroalimentación.
- Practica regularmente: De acuerdo con tu interés, aplica lo que aprendes a través de proyectos, experimentos y ejercicios prácticos.
- Reflexiona y evalúa tu progreso, ajusta tus métodos y estrategias según sea necesario.
- No abandones… haz pausas, tómate un respiro, retoma.
Autodidactas ejemplares de México y el mundo
- Leonardo da Vinci, conocido por su insaciable curiosidad y estudios autodidactas en diversas áreas como la anatomía, la botánica y la ingeniería. Es el inventor por antonomasia.
- Jorge Luis Borges, aunque recibió educación formal, fue un ávido lector, estudió varios idiomas y temas por su cuenta.
- Abraham Lincoln, ex presidente de los Estados Unidos, se educó a sí mismo en derecho y otras disciplinas.
- Steve Jobs, cofundador de Apple, fue conocido por su autoaprendizaje en diseño y desarrollo de tecnología. Tuvo el ADN del inventor.
- Frida Kahlo, aunque asistió a algunas escuelas de arte, su técnica y estilo fueron desarrollados de manera autodidacta.
- Octavio Paz, como todo poeta, fue un escritor que amplió su conocimiento de la literatura y la filosofía de manera autodidacta. Sus lecturas y estudios independientes contribuyeron a su profundo entendimiento de la cultura y la política.
- Sor Juana Inés de la Cruz, una de las figuras literarias más importantes de México, fue principalmente autodidacta. En una época en la que el acceso a la educación para las mujeres era limitado, ella aprendió de manera independiente idiomas, ciencias, historia y literaturas llegando a ser la primera poeta y erudita de la Nueva España.
Otras consideraciones del autodidactismo
Como personas adultas, padres y madres de familia, docentes y, en todo caso, responsables de la formación de niños y jóvenes, ¿cuánto valoramos esta forma de aprendizaje?, ¿qué tanta resistencia tenemos?, ¿la consideramos una forma valiosa de aprender?, ¿estamos dispuestos a fomentarla en nosotros mismos y en los más jóvenes? Y, por otra parte, ¿calculamos su fuerza ante los sistemas educativos que, de una u otra manera, valoramos? ¿Es en verdad el autodidactismo una fuerza del aprendizaje opuesta a la homologación de la educación formal? O como dice Andrea Cristina Alvarez Pacheco “Ser una persona autodidacta es una competencia para la vida, es por eso que los profesores tienen la responsabilidad de ayudar a sus estudiantes a ser independientes, para así reconocer que el docente no es la principal fuente de conocimiento.” Pensamos en esto para la próxima entrega.
* Francisco Vásquez Ponce es licenciado en letras hispánicas y doctor en literatura, teoría y crítica literarias. Editor con más de 30 años de experiencia en libros educativos, técnicos y literarios; ha pasado de la hechura de libros en papel a textos en línea, de la lectura de manuscritos a publicaciones de libros digitales. Actualmente tiene en elaboración un libro narrativo sobre un joven aspirante a crítico literario, profesión imposible aunque deseable.
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