Una inscripción a carboncillo ha confirmado que el Vesubio sepultó Pompeya dos meses más tarde de lo que se creía muchos historiadores ya sospechaban: el volcán entró en erupción en octubre y no en agosto. ¿Y qué escribían los romanos en las paredes? Pues se trata de “pintadas privadas, textos muy cortos y mensajes muy directos”, explica Mayorgas. Aparte de los “Satura estuvo aquí” y similares, hay mensajes de carácter amoroso y sexual, anuncios de vendedores de puestos y comercios, y eslóganes electorales, “ya que los magistrados en las ciudades se elegían”.
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